viernes, 16 de noviembre de 2012

Seguir recordando

Tenía pendiente otra entrada sobre la música brasilera para comentar una canción que me impresionó vivamente en los años 70. Esta canción es la titulada "Construçao" de Chico Buarque.

Este cantautor, poeta y dramaturgo pertenece a un movimiento surgido en los años 60 llamado MPB (Música Popular Brasileña) que proporcionó grandes artistas, pero quiero centrarme en esta canción que refleja como una metáfora la monotonía y miserias del hombre trabajador. Teniendo en cuenta que esta canción se escribió en el año 1971, a la vista de los acontecimientos que estamos viviendo, no me extrañó, al volver a oírla, que me causara la misma profunda impresión que cuando la escuché en su momento con mis veinte y pocos años.

Aunque puede parecer en un primer momento larga y monótona, nada más lejos de la realidad. La música se va intensificando a medida que avanzan la canción, llegando a un climax acorde con la letra. Merece la pena escucharla leyendo al mismo tiempo la traducción (gracias a las esdrújulas finales de cada verso se puede seguir bastante bien).

La letra de Chico Buarque me parece genial, con un pequeño cambio en las palabras finales de cada verso cambia el sentido de la estrofa. Las tres últimas son demoledoras y apoderándome del último irónico verso, se me ocurre preguntar: ahora y siempre, que "Dios le pague" ¿a quién o quiénes? ¿quiénes se esconden detrás de todas estas cifras y mercados financieros que nos están arrebatando lo que se ha conseguido con tanto esfuerzo y lucha? 
 
¡Que "Dios les pague" con la medicina con la que nos están arruinando: paro, desahucios.... y sobre todo con desesperanza!





Amó aquella vez como si fuese última
Besó a su mujer como si fuese última
Y a cada hijo suyo cual si fuese el único
Y atravesó la calle con su paso tímido
Subió a la construcción como si fuese máquina
Alzó en el balcón cuatro paredes sólidas
Ladrillo con ladrillo en un diseño mágico
Sus ojos embotados de cemento y lágrimas
Sentóse a descansar como si fuese sábado
Comió su pan con queso cual si fuese un príncipe
Bebió y sollozó como si fuese un náufrago
Danzó y se rió como si oyese música
Y tropezó en el cielo con su paso alcohólico
Y flotó por el aire cual si fuese un pájaro
Y terminó en el suelo como un bulto fláccido
Y agonizó en el medio del paseo público
Murió a contramano entorpeciendo el tránsito

Amó aquella vez como si fuese el último
Besó a su mujer como si fuese única
Y a cada hijo suyo cual si fuese el pródigo
Y atravesó la calle con su paso alcohólico
Subió a la construcción como si fuese sólida
Alzó en el balcón cuatro paredes mágicas
Ladrillo con ladrillo en un diseño lógico
Sus ojos embotados de cemento y tránsito
Sentóse a descansar como si fuese un príncipe
Comió su pan con queso cual si fuese el máximo
Bebió y sollozó como si fuese máquina
Danzó y se rió como si fuese el próximo
Y tropezó en el cielo cual si oyese música
Y flotó por el aire cual si fuese sábado
Y terminó en el suelo como un bulto tímido
Agonizó en el medio del paseo náufrago
Murió a contramano entorpeciendo el público

Amó aquella vez como si fuese máquina
Besó a su mujer como si fuese lógico
Alzó en el balcón cuatro paredes flácidas
Sentóse a descansar como si fuese un pájaro
Y flotó en el aire cual si fuese un príncipe
Y terminó en el suelo como un bulto alcohólico
Murió a contramano entorpeciendo el sábado.

Por ese pan de comer y el suelo para dormir
Registro para nacer, permiso para reir
Por dejarme respirar y por dejarme existir
Dios le pague

Por esa capa de grasa que tenemos que beber
Por ese humo desgracia que tenemos que toser
Por los andamios de gente para subir y caer
Dios le pague

Por esas vidas que un día nos van a escupir
y por las moscas y besos que nos vendran a cubrir
y por la calma postrera que al fin nos va a redimir
Dios le pague


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