lunes, 11 de febrero de 2013

Glorioso Haendel

Aún bajo los efectos de la maravillosa música de G. Friedrich Haendel, quiero dejar reflejado en esta entrada una forma de reconciliarse con el mundo y con las circunstancias adversas que nos rodean, a nivel general y particular.

Este domingo he asistido a la representación del oratorio Il trionfo del Tempo e del Disinganno (El triunfo del Tiempo y del Desengaño) dentro del ciclo Universo Barroco que organiza el Centro Nacional de Difusión Musical en el Auditorio Nacional de Música de Madrid.

Con el auditorio lleno "hasta la bandera" ni siquiera los adictos a las toses se han atrevido a hacer gala de ellas durante la representación. La Freiburger Barockorchester con René Jacobs como director han sido los artífices de ello.

Este oratorio trata de la lucha del Tiempo (Jeremy Ovenden, tenor) y del Desengaño (Christophe Dumaux, alto) para conseguir que la Belleza (Sunhae Im, soprano) no escuche los consejos del Placer (Julia Lezhneva, mezzosoprano) y que siga una vida virtuosa, puesto que la belleza y los placeres son efímeros. Al final el Tiempo y el Desengaño vencen y la Belleza decide seguir sus consejos, por lo que el Placer huye furioso.

Este argumento tan de la época, se desarrolla con una música, unas arias y unos recitativos que, afortunadamente, quitan la razón al Tiempo y al Desengaño pues, si la belleza física es efímera, la belleza de esta música (compuesta en 1707) no sólo no desaparece, sino que, generación tras generación, consigue durante las casi dos horas y media de duración elevar el espíritu por encima de toda fealdad y genera placer, mucho placer...¿por qué tiene que estar reñido con la virtud?

De entre todas las maravillosas arias, hay una que, aunque la escribió para Il trionfo... luego Haendel la volvió a utilizar para su ópera Rinaldo (1711) con el nombre de Lascia ch'io pianga. En este oratorio el aria (que fue la original) se titula Lascia la spina y lo mismo en una u otra versión me cuesta guardar la compostura, mejor dicho, no la guardo en absoluto, me pongo a llorar como una loca, aunque el texto de Lascia la spina es bastante más ligero que en la versión posterior.
                                             Lascia la spina                       Deja la espina
                                            cogli la rosa                           coge la rosa
                                            tu vai cercando                      vas buscando
                                            il tuo dolor.                            Tu dolor
 



Este último vídeo es la famosa Lascia ch'io pianga de la ópera Rinaldo y es una escena de Farinelli il castrato, impactante película sobre la vida de uno de los más famosos castrati de la historia y la crueldad con la que conseguían que tuvieran esas voces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario