
Gran entusiasta del canto gregoriano, en las reuniones familiares solíamos cantar otra clase de música por aquello de que no se nos fueran algunos parientes, poco sensibles a esta modalidad de canto. Lo que sí les gustaba oír eran esas canciones vascas o jotas navarras cantadas por los vozarrones del "niño de escolanía" y su hermano y en medio mi vocecilla de madrileña.
Este vídeo que bajo es una preciosa nana que cantábamos y que a mí siempre me ha emocionado ¡espero que, cuando salgas de tu bache actual, se la puedas cantar con tu bonita voz a tu garbancito!
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